El medio ambiente, es decir nuestro planeta tierra es el gran ecosistema que por su gran capacidad evolutiva configura una gran dinámica según la cual es posible la perennización de la vida, este dinamismo es posible por la interacción muy natural entre el suelo, el agua y el aire (clima), denominados recursos naturales; interacción que ha determinado entonces la enorme biodiversidad de que disponemos..
Sin embargo, por ignorancia o negligencia, la naturaleza o los ecosistemas originales han sufrido las consecuencias de un modo de desarrollo asumido, en particular por la humanidad moderna, cuyas consecuencias vemos con pasividad: deforestación, pérdida de biodiversidad, alteración del ciclo hidrológico, desertización, erosión, suelos contaminados y degradados, contaminación atmosférica (por gases invernaderos e industriales), litoral y riveras de ríos afectados (urbanismo y pesca excesiva), cursos de aguas contaminados (aguas residuales), generación compulsiva de basura (consumismo) que incluye residuos tóxicos y peligrosos, aplicación directa de sustancias tóxicas y bioacumulativas (pesticidas y radiactivas), acuíferos contaminados por nitratos y metales pesados (eutrofización). Como podemos apreciar a diario, todas estas consecuencias afectan directamente en la recuperación natural de los ecosistemas naturales y por ende con la conservación de la biodiversidad.
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A estas consecuencias indeseables del modernismo, el crecimiento demográfico, la desigualdad de distribución de la renta, el consumismo insostenible de recursos naturales; ahora hay que agregar las nuevas biotecnologías y la ingeniería genética como factores que están impactando negativamente en la protección y conservación de la biodiversidad: No se debe de olvidar que a entender de los científicos y expertos y del común de las personas, esta biodiversidad ha hecho posible el pico socio cultural en el que nos encontramos en este siglo XXI. Entonces debemos de cuidarla y conservarla.
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Por ello durante la Sexta Conferencia sobre Conservación de Biodiversidad del 17 de abril de 2002, en la Haya, se puso de manifiesto que la biodiversidad había entrado en una crisis, manifestado por estos grandes motivos: cambio climático, degradación de ecosistemas y pérdida de hábitats, estrés o deficiencia hídrica y manipulación genética o transgenia. Dicha conferencia centró su discusión en la diversidad biológica de los bosques, las especies invasoras (exóticas), el acceso y reparto de beneficios de los recursos genéticos y las estrategias nacionales para la protección y conservación de la diversidad biológica.
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Como parte del problema que afecta a la conservación de la biodiversidad, es importante resaltar que potencias industriales como los Estados Unidos de Norteamérica no han ratificado el Convenio sobre Diversidad Biológica que se firmó en junio de 1992 en Río (Brasil), dicho convenio entró en vigor el 29 de diciembre de 2003. Tampoco ratificó el Protocolo de Kyoto. Esta actitud afecta mucho la relación con los países en desarrollo, como Perú, ya ellos albergan gran biodiversidad, patrimonio natural que constituye la mejor palanca para una estrategia de desarrollo sostenible local y nacional.
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De hecho ya hay muchas especies extinguidas, otras en vías de extinción, así como en estado de vulnerabilidad o consideradas raras; de esto se infiere, sin alarmismo, que el ritmo actual de pérdida de biodiversidad, nos está llevando a una disminución de especies y homogenización genética, cuya consecuencia mayor sería una dependencia a pocas especies alimenticias, medicinales e industriales, lo que pone en alto riesgo la seguridad alimentaria de la humanidad entera por la vulnerabilidad de estas especies a las plagas y enfermedades. Como ejemplo de esta dependencia mencionamos: el arroz, el trigo, la papa y el maíz.
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En este contexto, nuestro país ha empezado a tomar mayor conciencia sobre la conservación de nuestra biodiversidad, por cuanto estamos considerados como uno de los doce países megadiversos; a la firma de convenios y tratados internacionales para su protección y conservación, internamente se suma con políticas y normas específicas, en especial lo referido a las áreas naturales protegidas, que en la actualidad ha permitido incluir en el sistema (SINANPE) al 15 % del territorio nacional. Además de haberse dictado leyes como la General del Medio Ambiente, la de Conservación y Protección de la Biodiversidad y últimamente se está discutiendo en el congreso la de Biotecnología..
Sin embargo las leyes no bastan, es necesario incluir en el proceso los conocimientos y las experiencias locales, como valores intrínsecos, mejor si proceden de culturas ancestrales como las nativas, para la protección y conservación del medio ambiente en general y en especial para la biodiversidad. Antonio Brack y otros expertos locales nos dicen que está demostrado que cuando se asumen estos saberes, repercuten con gran facilidad y grandes beneficios ambientales en un entorno en donde la naturaleza es el mayor patrimonio nacional, por ello es pertinente reconocer y valorar esta asunción como una de las buenas prácticas para la conservación de la biodiversidad.
Andrés de la Cruz Aguirre.
Director de PROCOMHCC.
Ingeniero Zootecnista.
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